El estudio de la oralidad se enfrenta a una serie de problemas que tienen que ver con la naturaleza de su objeto de análisis. Todo acto de comunicación oral, además de ser efímero por naturaleza, forma parte de un sistema complejo que tiene como soporte la voz, el cuerpo y la memoria, y se genera en marcos socioculturales específicos. Este tipo de material resulta fundamental para entender fenómenos de muy distinta índole, que pueden ser abordados desde varias disciplinas. El Laboratorio Nacional de Materiales Orales (LANMO), abocado al trabajo y estudio de los discursos orales, ha dedicado gran parte de su quehacer a la generación de mecanismos adecuados para el almacenamiento, clasificación y preservación de los archivos que se generan con la documentación1 de materiales en trabajo de campo. Para este propósito ha creado el Repositorio Nacional de Materiales Orales, que consiste en una base de datos electrónica y una serie de interfaces de captura y consulta de información en línea. Se trata de un modelo de reproducción de la oralidad que permite generar análisis de fenómenos específicos.
En este trabajo se abordarán los antecedentes del Repositorio con las discusiones teóricas y prácticas que permitieron su elaboración. También se presentará una breve revisión de su desarrollo final y se tratarán algunos aspectos vinculados a su funcionalidad partiendo de una pregunta fundamental: ¿Es posible repensar la relación escritura y oralidad a partir de la forma tridimensional de los mensajes (orales, visuales y auditivos) en las nuevas tecnologías de la comunicación? A lo largo del texto indagaremos sobre una serie de cuestiones vinculadas al tratamiento ético de los materiales en el Repositorio y a las posibilidades que ofrece su consulta abierta.
La creación de un archivo digital nacional de materiales orales que concentre y ponga a disposición de la comunidad científica los registros contextualizados de discursos hablados es de enorme trascendencia para distintas disciplinas, no sólo de las humanidades y las artes, sino también de otras áreas científicas. Aunque el Repositorio está planteado desde el área de las artes verbales y de los estudios literarios, el abordaje de estas manifestaciones atraviesa distintos campos del conocimiento, por lo que lograr un almacenamiento y ordenamiento flexible requiere considerar no sólo postulados y metodologías de varias disciplinas, sino también una serie de cuestiones técnicas y teórico-prácticas sobre la naturaleza de los materiales y de los sistemas de comunicación actuales.
Entendemos por materiales orales todas aquellas producciones de discurso que se generan en actos comunicativos en los que están presentes el emisor y el receptor en un mismo tiempo-espacio y que tienen como soporte la voz, el cuerpo y la memoria. Estas manifestaciones culturales, —objeto de estudio para entender dinámicas sociales, formas de comunicación, estructuras de pensamiento, conformación de saberes locales, prácticas tradicionales, manifestaciones artísticas, etc.— son de naturaleza efímera y conforman un sistema en movimiento en el que se establecen relaciones y dinámicas complejas. Su significado depende no sólo de las emisiones lingüísticas que se producen, sino de la interacción entre lo verbal, lo no verbal y los factores contextuales en los que sucede la performance (Cortés y Granados, 2020).
Los estudios sobre este tipo de materiales han enfrentado siempre limitaciones importantes, tanto en el ámbito del registro como en el de la comunicación de sus resultados. Por un lado, al tratar de registrar procesos comunicativos orales mediante la escritura y la edición en papel, se obtiene un tipo de registro lineal y fijo en el que se pierde la mayor parte de lo que constituye una ejecución verbal y se conserva solo un texto que equivale a la “disección” de la voz. La pérdida de elementos gestuales y contextuales produce análisis incompletos y documentos con poco valor para otras disciplinas. Por otro lado, los registros sonoros y videográficos que se obtienen en campo, aunque son mucho más ricos, se encuentran por lo general dispersos en archivos que no permiten su consulta comparativa y no tienen protocolos estandarizados para su almacenamiento. De ahí la importancia de crear un repositorio digital para albergarlos de forma sistemática y analizarlos comparativamente: los recursos que nos proporcionan los instrumentos electrónicos en red nos permiten almacenar colectivamente y consultar de manera remota registros mucho más ricos de esas expresiones y, sobre todo, mucho más compatibles con su naturaleza compleja y relacional.
La construcción de este Repositorio partió de una propuesta previa para el desarrollo de una base de datos de narrativa tradicional, que se desarrolló como proyecto posdoctoral de Santiago Cortés Hernández en el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM desde el 2008.2 El Repositorio parte de varias líneas de trabajo e investigación que se desglosan a continuación.
En México, ya sea para compilar literatura oral o para estudiar cuestiones antropológicas, etnográficas, históricas o lingüísticas, se han documentado modernamente materiales orales desde principios del siglo XX en distintos formatos y soportes. Estos trabajos en su mayoría han sido realizados como esfuerzos individuales, a veces poco sistemáticos, y el tratamiento que han dado a los materiales consistió casi siempre en su transcripción y edición fragmentaria en papel.3
La difusión y disponibilidad de esos materiales es muy irregular. Algunos han sido publicados en revistas especializadas como Tlalocan o la Revista de Literaturas Populares. Otros, como los de Stanley Robe, apenas se conocen debido a que fueron publicados en libros de los cuales existen pocos ejemplares. El Cancionero Folklórico de México (1975-1985), elaborado por un grupo de investigadores de El Colegio de México bajo la dirección de Margit Frenk, presenta una sistematización rigurosa que lo convierte en el corpus mexicano más representativo en materia de lírica tradicional y tal vez también en el más conocido. Sin embargo, varios de los proyectos de investigación que han sentado en México antecedentes importantes de documentación y resguardo apenas se conocen, y sus materiales son de difícil acceso. Tal es el caso del trabajo que condujo Alicia Olivera para la recolección de historia oral entre los pueblos morelenses, un proyecto que documentó cientos de testimonios que, parcialmente transcritos, se encuentran ahora en el Archivo de la Palabra resguardado por el INAH, junto con otros trabajos de historia oral sobre el exilio español, cinematografía y educación.4 Una de las constantes para este tipo de trabajos consiste en el hecho de que solamente su transcripción y su publicación en papel se encuentran disponibles, mientras que los soportes audiovisuales de la documentación no son accesibles, fueron descartados, o simplemente están perdidos.
La propuesta del Repositorio Nacional de Materiales Orales consiste en subsanar esa enorme carencia de la documentación y los estudios sobre materiales orales retomando una línea teórica innovadora, que constituye otro de los antecedentes. Apoyándose en los postulados de las artes verbales y la performance, en las últimas dos décadas algunos estudios se han dedicado a indagar las relaciones entre las formas de comunicación oral y los medios electrónicos en red, así como a plantear la pertinencia de utilizar sistemas informáticos relacionales para almacenar y estudiar manifestaciones de discurso oral.
El análisis más interesante y detallado que se ha hecho al respecto es el que desarrolló John Miles Foley durante sus últimos años de vida en el marco del proyecto electrónico Pathways of the Mind,5 y en el libro Oral Tradition and the Internet (2012). La comparación parte de lo siguiente:
Ambos medios están basados no en productos estáticos sino en procesos continuos; no en puntos estacionarios sino en vectores con dirección y volumen; no en el “¿qué?” sino en el “¿cómo llego ahí?” A diferencia de la espacialidad lineal y fija de la página convencional y el libro, las tecnologías gemelas de la tradición oral y el Internet imitan la manera en la que pensamos, pues discurren por los caminos de una red interactiva (www.pathwaysproject.org).
Estas y otras convergencias son el fundamento que hace de los medios electrónicos un instrumento muy efectivo para la comprensión, el almacenamiento y el estudio de los materiales orales. La información que se transmite básicamente por vía oral funciona, por ejemplo, con la misma dinámica que utilizan los medios electrónicos en cuanto a su almacenamiento y consulta: la información está virtualmente resguardada en la memoria, y no accedemos a ella si no es por medio de la actualización de esa información en un acto que es único e irrepetible. La virtualidad —esa posibilidad de volverse actual de muchas formas— está, pues, en la base de ambos sistemas. La teoría del performance formulada por Richard Bauman (1977) para las manifestaciones del arte verbal, por ejemplo, ha establecido que en este tipo de expresiones, la ejecución y las circunstancias forman parte del significado, pues modifican y condicionan al “texto” que se interpreta y contienen las claves mediante las cuales el auditorio puede descodificarlo. Esos principios nos sirven también para explicar la experiencia de cualquier usuario de un medio electrónico en red, el cual construye significados no sólo a partir de los “textos” que encuentra, sino también a partir de su ejecución y sus circunstancias, es decir, a partir de las acciones que toma para llegar hasta ellos y de la vinculación que tienen esos elementos con su entorno real y virtual. Así, esta teoría nos sirve por igual para explicar que resulte imposible reducir la literatura oral a un texto escrito, o que no se pueda resumir en un texto convencional la experiencia de “navegar” por Internet. En palabras de John Miles Foley (2012), en cualquiera de estos medios:
Cada decisión que se toma genera una nueva constelación de posibilidades. Las oraciones no se presentan en un orden predecible y fosilizado, y no se puede repetir mañana el mismo camino que se recorrió hoy. ¿Por qué? Porque la interactividad de estos medios es contingente, sincrónica y cambiante. Los que escuchan un acto oral y los navegantes de los medios electrónicos no son precisamente lectores: no están reaccionando ante un objeto estático como los lectores de textos impresos. Están co-creando un “no-objeto” mediante la negociación de una ruta y la activación de un sistema (p. 25).
Utilizar estructuras electrónicas relacionales que almacenen adecuadamente manifestaciones orales junto con sus características contextuales permite generar un sistema que emula aquel en el que estas expresiones viven de manera natural y, por lo tanto, un estudio más adecuado de ellas. Al construir un corpus de esta naturaleza se puede generar un aparato crítico parecido a lo que John Miles Foley (2003) llamó apparatus fabulosus, es decir, un aparato crítico conformado por actos verbales o comunicativos vinculados entre sí por su tema, sus personajes, su estructura, sus circunstancias de producción, etc.
A pesar de que se ha reflexionado poco sobre los postulados teóricos arriba descritos, a partir de la disponibilidad general de los medios electrónicos en red —desde mediados de la década de los 90— la investigación sobre comunicación y lenguaje se ha visto atraída hacia la construcción de archivos electrónicos de manifestaciones orales. Actualmente existen varios proyectos y archivos electrónicos de este tipo, que se han conformado sobre todo desde perspectivas lingüísticas. No podemos trazar aquí un panorama completo de todos ellos, sino solo mencionar algunos de los que han consolidado archivos que siguen estando vigentes como un referente funcional. Tal es el caso de The International Dialects of English Archive (IDEA),6 iniciado por Paul Meier para colectar muestras sonoras del inglés que se habla en distintas partes del mundo. Entre los archivos digitales de manifestaciones orales que han incluido materiales tanto videográficos como sonoros y que han planteado sistemas para su ordenamiento hay dos que destacan particularmente por sus resultados. Uno de ellos es The Archive of the Indigenous Languages of Latin America (AILLA),7 promovido sobre todo por Joel Sherzer con una perspectiva antropológica y etnográfica, y alojado actualmente en los servidores de la Universidad de Texas. El otro es The Language Archive (TLA)8 del Instituto Max Planck, cuya plataforma electrónica funciona desde hace varios años como repositorio de varios proyectos de gran importancia, como el de Documentación de Lenguas Amenazadas (DobeS).9 El equipo técnico que creó este último archivo se ha encargado también de desarrollar una serie de aplicaciones para la transcripción y anotación lingüística (ELAN), para el ordenamiento de metadatos (Arbil) y para la alimentación remota del acervo (LAMUS).10
Todos estos archivos conforman un antecedente importante porque han creado modelos de organización de discursos orales en soportes electrónicos multimedia y han desarrollado formatos y aplicaciones específicos para el registro de los metadatos. El Repositorio Nacional de Materiales Orales; sin embargo, es un acervo que da cabida a una mayor variedad de materiales orales y no sólo los agrupa por categorías y etiquetas, sino que también construye un sistema de relaciones entre ellos. Uno de los problemas que presentan los archivos electrónicos de lengua oral es que no permiten reunir una diversidad de materiales generados en campo, sino que constituyen instrumentos muy especializados que solo admiten un tipo de datos etiquetados de una sola forma; es decir, no consideran la variedad de disciplinas que generan este tipo de materiales ni las variables del registro. Esto deriva también en un problema para desplegar la información, pues ofrecen formas de consulta poco flexibles, cuyos parámetros están definidos más bien por intereses disciplinares. Además, los archivos electrónicos de los que hemos hablado no ofrecen una manera para que las comunidades que generaron los materiales puedan acceder a ellos, sino que son más bien instrumentos de investigación sin interfaces de consulta para un público no especializado. En este sentido el Repositorio ha creado puntos de equilibrio para dar solución a este tipo de problemas mediante bases de datos relacionales más flexibles, que pueden administrar más variables para generar también formas de consulta más diversas, accesibles e intuitivas. Además, de procurar que los formatos y protocolos de almacenamiento permitan el intercambio de información con los otros archivos internacionales que están actualmente en línea.
Existe también un antecedente importante conformado por las normas nacionales e internacionales a las que debe apegarse un repositorio con materiales videográficos y fonográficos. Aunque no existe una norma para este tipo específico de archivo, que combina varios tipos de materiales en formato digital, algunas normas pueden servir para respaldar los procedimientos de conservación y catalogación. Debido a la localización física del repositorio, este observa la Norma mexicana NMX-R-053-SCFI-2013. Documentos videográficos y fonográficos. Lineamientos para su conservación, para la instalación de su servidor y la ubicación de sus respaldos. Para la catalogación de los soportes en los que se encuentran muchos de los materiales orales se siguen los lineamientos básicos de la Norma mexicana de catalogación de acervos videográficos NMX-R-001-SCFI2007. Además de considerar las observaciones y planteamientos formulados por programas de la UNESCO para la preservación de archivos digitales de patrimonio inmaterial.11
Resulta imprescindible también comentar un antecedente de trabajo institucional que proporciona la infraestructura para poner en marcha el archivo electrónico de materiales orales. Esta infraestructura está dada por el Laboratorio Nacional de Materiales Orales UNAM-Conacyt.
En febrero de 2013 se inauguró en la Escuela Nacional de Estudios Superiores, UNAM Unidad Morelia, el Laboratorio de Materiales Orales, un espacio de trabajo e investigación en humanidades que surgió a partir de la unión de dos proyectos financiados por la UNAM y coordinados por Berenice Araceli Granados Vázquez y Santiago Cortés Hernández.12 Las líneas de confluencia de estos dos proyectos resultaron en la creación de un equipo de investigación especializado en la documentación de materiales orales en campo y en el procesamiento de esos datos. Ese equipo de investigación fue creciendo y creando vínculos interinstitucionales gracias a la celebración mensual del Seminario Experiencia en Trabajo de Campo. Durante 2014, además, este primer laboratorio local comenzó a desarrollar algunas versiones piloto de bases de datos y aplicaciones electrónicas que permitieran el almacenamiento y consulta del archivo de materiales narrativos documentados en campo.13
En el 2015 ese grupo de investigación participó en la convocatoria de Laboratorios Nacionales Conacyt y su propuesta resultó aprobada, creándose así en marzo de ese mismo año el Laboratorio Nacional de Materiales Orales (LANMO), con sede en la ENES Morelia y bajo la coordinación de Granados Vázquez y Cortés Hernández. Este laboratorio nacional, el primero aprobado por Conacyt en el área de humanidades, propuso como objetivo general la creación de la infraestructura adecuada para la documentación, procesamiento y almacenamiento de materiales orales y la creación de un repositorio nacional de materiales orales. Para ello su equipo de investigadores ha estado desarrollando una serie de protocolos, lineamientos y modelos de bases de datos que sirvieron como base del Repositorio. El LANMO también ha creado un directorio de investigadores que hacen trabajo de campo en México y ha identificado una serie de archivos dispersos que resguardan materiales orales. Actualmente, además de contar con instrumentos especializados para documentar discursos orales (cámaras, micrófonos, GPS, tripiés, etc.), la sede física del Laboratorio, situada en el edificio de investigación de la Escuela Nacional de Estudios Superiores, UNAM, unidad Morelia, cuenta con un servidor de última generación y un site de almacenamiento propios, una sala de trabajo para el procesamiento de materiales de campo, un estudio de grabación con acondicionamiento acústico e instrumentos técnicos de última generación y una sala de edición de video.14 Estos antecedentes son de gran importancia, pues un repositorio digital con estas características no puede desarrollarse ni mantenerse de manera individual o sin apoyo institucional, sino que constituye una empresa de largo aliento, que debe llevar a cabo un equipo de trabajo. La factibilidad de un repositorio de este tipo depende, pues, de la existencia de una infraestructura como la que ha desarrollado el LANMO.
Con el establecimiento del LANMO, el Repositorio se planteó como el eje del funcionamiento de este, pues era necesario desarrollar un archivo electrónico que concentrara de manera ordenada el material que producían los distintos proyectos asociados al Laboratorio, provenientes de distintas disciplinas. Así, el Repositorio tiene, en realidad, dos vías de desarrollo: por un lado, la construcción como tal de las herramientas electrónicas que permiten su funcionamiento y, por otro, la implementación y mantenimiento de una infraestructura física/tecnológica que da soporte a un instrumento de esta naturaleza.
El Repositorio Nacional de Materiales Orales es un instrumento electrónico que tiene como objetivo almacenar de manera ordenada y eficiente la documentación de actos comunicativos (discursos orales o materiales orales) registrados en trabajo de campo en México, incorporando a un mismo sistema tanto los archivos de documentación como todos sus metadatos. Este sistema permite tanto la captura y almacenamiento seguro de estos datos, como su clasificación, búsqueda y análisis para diferentes áreas del conocimiento, y es operativo tanto para la documentación que se está generando actualmente como para la documentación que se recupera de archivos históricos.
Consiste en una base de datos electrónica y una serie de interfaces de captura y consulta de información en línea. El sistema de registro y almacenamiento de información que hemos construido está basado en las necesidades de almacenamiento de este tipo de materiales y en una revisión bastante detallada de los archivos de lengua oral que existen hasta ahora, así como de las normas nacionales e internacionales para la catalogación y preservación de materiales sonoros y videográficos. Todas las etapas de desarrollo del Repositorio han implicado la discusión de criterios con el pleno del grupo de trabajo del LANMO.
Actualmente este Repositorio es una herramienta electrónica muy potente que permite el almacenamiento de documentación de campo generada desde distintas disciplinas, en formatos de audio y video, así como la integración de todos sus metadatos de producción contextual. Todo el desarrollo de la plataforma se ha realizado en el LANMO. Se trata de un desarrollo único en Humanidades Digitales, cuya propuesta inicial fue realizada por Santiago Cortés en el 2008, utilizando MySQL para crear una base de datos relacional y una serie de buscadores. Actualmente, el equipo de programación encabezado por el técnico del área de sistemas Juan Carlos Villa ha implementado una plataforma que funciona con código PHP, Bootstrap, HTML5, CSS3, y hospeda la información en servidores Apache y Centos. Las interfaces son responsivas al tipo de dispositivo en el que se navegue, independientemente de la plataforma, y son compatibles con las últimas versiones de sistemas operativos. La base de datos, con motor MySQL, permite almacenar tanto materiales íntegros de grabación, como segmentos seleccionados por los documentadores.
Los materiales consignados en el Repositorio son grabaciones de actos comunicativos generados en contextos de producción específicos. Aunque se contempla el ingreso de actos rituales, festividades, y documentaciones generadas en ámbitos naturales de producción, la mayoría de los actos comunicativos que se encuentran en el Repositorio son entrevistas derivadas de situaciones mediadas por el documentador y su videocámara o su grabadora; grabaciones de música tradicional; y elicitaciones de carácter lingüístico; todos estos eventos son efímeros e irrepetibles y pertenecen al circuito de la oralidad. La grabación como el producto de esa interacción comunicativa se convierte entonces en un objeto material que tiene como característica, a diferencia del momento que le da origen, su capacidad de reproducirse y, por ende, pertenece ya no un ámbito oral, sino al ámbito de la soportabilidad. En el Repositorio no solamente se almacena la grabación, también se consignan una serie de metadatos, que pueden ir desde las categorías más básicas y más abiertas, hasta categorías más complejas. Con estas acciones se pretende situar las voces de los hablantes en un circuito de categorización en el que el texto funciona como un referente necesario. Además de este etiquetado se procura que el material consignado se transcriba para facilitar sus posibles análisis. Así, el material albergado en el Repositorio transita de la oralidad y su performance a la grabación, y de la grabación a la letra; una grabación que, además, está acotada por sus metadatos y su clasificación. Al mismo tiempo, el Repositorio permite el almacenamiento de materiales históricos recuperados de archivo.
Para facilitar la organización de los datos y hacerlos más consistentes, la base de datos está ligada a otros dos grandes sistemas de información: por un lado, toda la información que permite la geolocalización de cada acto de documentación está vinculada a la base de datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI); por otro lado, la información que permite etiquetar la lengua de los discursos documentados está vinculada con el Catálogo de las Lenguas Indígenas Nacionales del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas.
El desarrollo implica dos áreas fundamentales: una administrativa para el registro de catálogos y el registro de actos comunicativos; y otra área para la consulta y análisis de información. El área de administración permite actualmente la alimentación remota del Repositorio y la organización estructurada de la información con base en los catálogos de metadatos. Son cuatro los metadatos básicos para poder ingresar materiales al Repositorio: lugar y fecha de la documentación, hablante y documentador. Sin embargo los catálogos también incluyen algunos datos del acto comunicativo —hora; lugar (espacio concreto) en el que se llevó a cabo el registro, personas presentes (se refiere a las que no forman parte del equipo de documentación), modo (dirigido / no dirigido), tipo (arte verbal / conversacional/ arte verbal y conversacional), contexto (cotidiano / festivo), carácter (profano / sagrado), método de registro (video / audio / dictado), medio(s) de grabación, operador(es) del medio de grabación, coordenadas del registro, palabras clave, resumen, notas— y algunos datos más del hablante —ocupación / oficio, año de nacimiento, lugar de nacimiento, lengua(s) materna(s), otras lenguas, escolaridad, alfabetismo, estado civil—. Todas estas etiquetas servirán para hacer búsquedas en el Repositorio. Es importante mencionar que esos catálogos pueden ampliarse dependiendo de las necesidades de análisis de los investigadores que incluyan materiales en el Repositorio; un ejemplo de esto es la clasificación de instrumentos musicales que se ha agregado recientemente para poder etiquetar de manera más específica las grabaciones de música tradicional. Las interfaces de administración usan una URL con certificado de seguridad SSL para cifrar el canal de comunicación en la validación de los usuarios.
El área de consulta del Repositorio, por otra parte, es de acceso público y gratuito, permite explorar y analizar toda la información que este contiene de diferentes maneras. Cuenta con una serie de índices predeterminados (hablantes, documentadores, localidades, proyectos de investigación, publicaciones,15 temas), pero también incorpora un buscador que permite a cualquier usuario realizar consultas simples o búsquedas por referencias cruzadas: por hablante, por edad, por género; por documentador, por edad, por género; por localidad, por fecha, por proyecto de investigación, por contenido, por tipo de acto comunicativo.
También dispone de una interfaz de consulta basada en un mapa, sobre el que se despliegan, a petición del usuario, marcadores geográficos que ubican la localización de cada acto comunicativo incluido en el Repositorio. Esta herramienta es particularmente útil para la exploración intuitiva del archivo, al tiempo que abre posibilidades de consulta por zonas o por regiones determinadas por los usuarios. Todas las consultas remiten a una interfaz que despliega todos los datos de un acto comunicativo seleccionado, incluyendo el archivo de audio o de video de la documentación y todos sus metadatos registrados. Esas interfaces finales de consulta son exportables a manera de reporte y disponen de un código QR que referencia su ubicación exacta en el Repositorio.
El Repositorio Nacional de Materiales Orales tiene dos tipos de beneficiarios: la comunidad científica que genera los materiales o los utiliza para consulta y los usuarios en general que consultan las bases de datos. Para los documentadores / investigadores que generan archivos sonoros o videográficos mediante su trabajo de campo funciona como un sistema de almacenamiento y ordenamiento de materiales, con un respaldo institucional, que les permite acceder a ellos en línea e integrarlos a un sistema relacional comparativo. Para la comunidad científica interesada en el estudio de la lengua oral desde cualquier disciplina, el Repositorio es una herramienta que da acceso libre a un enorme corpus de documentación con criterios sistemáticos de almacenamiento. Para los usuarios en general constituye una herramienta útil de consulta de datos culturales, al tiempo que permite el acceso a los materiales a las comunidades que participaron en su producción.
El Repositorio, además de ser una herramienta de investigación, también funciona como un servicio de almacenamiento y preservación de materiales para otras instituciones e investigadores. Quien así lo desee, puede almacenar sus materiales y decidir si quiere que sean de consulta pública o privada, mantener su derecho de propiedad sobre ellos y tenerlos ordenados y disponibles mediante esta plataforma en línea. El procedimiento técnico para ingresar materiales en este repositorio obtuvo, además, una certificación bajo la norma internacional ISO 9001-2015, por lo que puede asegurar la consistencia de sus mecanismos.16
El desarrollo de la plataforma del Repositorio ha ido acompañado siempre por la implementación de una infraestructura tecnológica que posibilita el almacenamiento y consulta de toda la información, asegurando la integridad y preservación de los datos. Como resultado de esta implementación, el Repositorio está alojado en un site ubicado dentro del Laboratorio Nacional de Materiales Orales, que cumple con todas las características de seguridad: temperatura y humedad controladas, así como sistemas de respaldo de energía eléctrica. El site contiene un grupo de servidores Dell de última generación (Dell PowerEdge R830, Dell PowerEdge R820, Dell Equallogic PS6100X, Dell Equallogic PS6100X y Dell Compellent SCv3000) que ofrecen una capacidad de almacenamiento de 520 TB en redundancia. La parte de preservación de estos servidores tiene un espejo que se encuentra ubicado en el site de la Coordinación de Humanidades, en el Campus Central de la UNAM (Dell Equallogic 6210X). Se ha automatizado el respaldo periódico de información en el servidor espejo, con lo cual se asegura la preservación de los datos y se cumple con todos los requerimientos para la seguridad de los repositorios electrónicos.
El Repositorio, además de todo lo señalado anteriormente, mantiene un código ético claro en el manejo de la información, sobre todo tratándose de un archivo de esta índole en el que colaboran diferentes personas: el documentador que sale a campo, el hablante que decide participar en un acto comunicativo, el técnico que procesa los materiales, el que los transcribe, el que los revisa, el que alimenta el repositorio; en este sentido es indispensable activar esta herramienta desde las prácticas éticas, dando el crédito que corresponde a cada uno de los involucrados. Lo que permite que los posibles usuarios puedan reconocerse a sí mismos.
Una de las cuestiones que hace atractivo al Repositorio, que lo dinamiza, y lo coloca en un sitio distinto, es que cambia el foco del protagonismo: no son los documentadores la parte estelar, un género literario o un tema; la unidad fundamental que da cuerpo al repositorio es el hablante que detona un acto comunicativo. El hablante tiene voz, su voz suena, se escucha, tiene cara, gesticula, tiene nombre, y a veces, cuando él lo permite, tiene una historia de vida consignada en los metadatos. Esto lo convierte en un instrumento horizontal.
Otro de los elementos fundamentales de la activación del Repositorio consiste en su monitoreo mediante las estadísticas de tráfico de datos: su número de usuarios, el tipo de consultas que realizan, la ubicación geográfica de los usuarios, el tiempo que toman las consultas, los datos a los que se accede con más recurrencia, etc. Los resultados de este análisis permiten mejorar los sistemas con los que funciona y plantear nuevas estrategias para su crecimiento y difusión.
El desarrollo del Repositorio ha tomado más de 12 años. A lo largo de este tiempo hemos aprendido que para que un archivo pueda adaptarse a necesidades tan distintas, y convertirse en un instrumento útil, vivo, tiene que ser una herramienta de consulta abierta y con una estructura flexible, con categorías básicas de clasificación, pero que permita, en nuestro caso niveles de complejidad. Se trata de una construcción colectiva, como colectiva es también su administración. Esta plataforma electrónica reúne el trabajo de muchos documentadores que, por diversos motivos, se han encargado en distintos momentos de registrar las narraciones, los cantos, los gestos y la memoria hablada de las personas en México. Para consultar todos los resultados del Repositorio y sus materiales, véase: https://lanmo.unam.mx/repositorionacional/
Cano, B., Meyer, E., Rocha, M., Sepúlveda, X., Souza, M. I. y Villa Guerrero, Guadalupe (coords.). (1977). Archivo de la Palabra. Catálogo del Archivo de la Palabra I. México. INAH; SEP . http://mediateca.inah.gob.mx/repositorio/islandora/object/libro:715
DOBES. Documentación de Lenguas Amenazadas. https://dobes.mpi.nl/?lang=es
Foley, J. M. (Noviembre de 2003). Electronic Editions of Oral Poetry [Participación]. Encuentro sobre la improvisación oral en el mundo (pp. 288-295). Donostia. Euskal Herriko Bertsozale Elkartea. https://bdb.bertsozale.eus/uploads/liburutegia/xdz5_ld_000169.pdf
Foley, J. M. Pathways Project. Recuperado en febrero de 2014. https://www.pathwaysproject.org
Granados, B. (2009). Tesoros, diablos y aparecidos: Recopilación, transcripción y edición de relatos orales tradicionales. [Tesis de licenciatura]. Universidad Nacional Autónoma de México. https://repositorio.unam.mx/contenidos/240864.
Indigenous Languages of Latin America (AILLA). https://www.ailla.utexas.org/site/welcome.
International Dialects of English Archive. https://www.dialectsarchive.com/
Laboratorio Nacional de Materiales Orales. https://lanmo.unam.mx
Secretaría de Economía (2010). Norma mexicana NMX-R-053-SCFI-2013. Documentos videográficos y fonográficos. Lineamientos para su conservación. http://www.economia-nmx.gob.mx/normas/nmx/2010/nmx-r-001-scfi-2013.pdf
The Language Archive (TLA). https://archive.mpi.nl/tla/
[1] Entendemos por documentación al proceso de gestión y registro de información en trabajo de campo, principalmente de actos comunicativos, que lleva a cabo un individuo por cuenta propia o como parte de una institución, ya sea en ámbitos rurales y/o urbanos. Este tipo de información siempre se genera a partir de interacciones humanas en las que el documentador puede tener una participación directa o indirecta. En el LANMO hemos sistematizado nuestros procesos de documentación mediante la creación de un procedimiento técnico que cuenta con una certificación ISO 9001-2015 y que se puede solicitar como un servicio. Sus formatos de apoyo y el procedimiento en extenso pueden consultarse en la página web del laboratorio.
[2] “Catálogo electrónico tipológico del cuento folclórico en México. Desarrollo de una plataforma digital en red para el estudio de la narrativa de tradición oral”.
[3] Entre algunas de las recopilaciones realizadas en México figuran las de Paul Radin (huaves y zapotecos de Oaxaca, 1943), Konrad Theodor Preuss (coras de Nayarit y nahuas, 1982), Franz Boas (Oaxaca, Pochutla, 1912), Robert Zingg (tarahumaras de Chihuahua, 1914), Manuel Gamio (Valle de Teotihuacan, 1979), Elsie Clews Parsons (Puebla, 1932), Vicente T. Mendoza (1939-1961), José Raúl Hellmer (Puebla, 1951), Stanley Robe (Amapa, Altos de Jalisco, Veracruz 1970; 1971; 1972), Elaine K. Miller (Los Ángeles, 1973), Julieta Campos (nahuas de Veracruz, 1982). En épocas más recientes se han sumado los trabajos de María del Socorro Caballero (2001), Eusebio Ramón López Hernández (Chinantla, Oaxaca, 1987), José Alejos García (ch’ol de Chiapas, 1988), Hilaria Máas Collí (mayas de Yucatán, 1993), Jesús Morales Bermúdez (ch’ol de Chiapas, 1984), Mercedes Zavala (noroeste de México, 2000), Rosa Virginia Sánchez (2007), Martha Itzel Pineda Vázquez (otomíes de Hidalgo, 2006), Ligia Rivera Domínguez (Puebla, 2002), Araceli Campos (2006 y 2008), Raúl Eduardo González (2009), Berenice Granados (2009 y 2012), Hermenegildo F. López Castro (mixtecos de Oaxaca, 2010), Roberto López Méndez (mayas de Yucatán, 2011), entre muchos otros.
[4] El Catálogo del Archivo de la Palabra puede consultarse en la Mediateca del INAH: http://mediateca.inah.gob.mx/repositorio/islandora/object/libro:715
[5] Se trataba de un importante proyecto electrónico que se albergaba en el sitio https://www.pathwaysproject.org, de University of Missouri, pero desgraciadamente desapareció cuando murió su creador, el profesor John Miles Foley, en 2012.
[10] https://tla.mpi.nl/tools/tla-tools/. En el área específica de la literatura también existen algunos proyectos de este tipo, dedicados siempre a un género en particular, como el Pan Hispanic Ballad Project, entre otros.
[11] Véase: https://fonotecanacional.gob.mx/index.php/fonoteca-nacional/preservacion-y-conservacion.
[12] El proyecto PAPIIT “Desarrollo de plataforma digital en red para el estudio de la narrativa oral en México” y el proyecto PAPIME “Taller de recopilación de materiales orales de la zona lacustre de Michoacán”.
[13] El resultado de esa fase de trabajo es la Base de Datos de Materiales Orales en México, que puede consultarse en: www.natom.culturaspopulares.org
[14] Para información detallada sobre el LANMO, sus integrantes y sus actividades académicas véase su página web: https://lanmo.unam.mx
[15] Se trata de publicaciones derivadas de los materiales documentados en trabajo de campo.
[16] El repositorio puede consultarse en la dirección electrónica: https://lanmo.unam.mx/repositorionacional/
Acerca de los autores
Santiago Cortés Hernández es profesor en la Escuela Nacional de Estudios Superiores, Unidad Morelia, de la Universidad Nacional Autónoma de México. Sus principales líneas de investigaciones son: humanidades digitales, artes verbales, tradiciones orales. De sus principales publicaciones, podemos destacar: “Bajar del cerro: el paisaje, los héroes culturales y la música en las narrativas fundacionales de dos comunidades del lago de Pátzcuaro”. El Hilo de la Fábula 20, 2021; “Tata Vasco y Tata Lázaro: dos héroes culturales en la tradición oral michoacana”. Estudios de Literatura Oral Popular / Studies in Oral Folk Litterature 9, 2021.
Berenice Araceli Granados Vázquez es profesora en la Escuela Nacional de Estudios Superiores, Unidad Morelia, de la Universidad Nacional Autónoma de México. Sus principales líneas de investigaciones son: artes verbales, tradiciones orales, performance y ritualidad. De sus principales publicaciones, podemos destacar: El encanto de la sirena: artes verbales y cosmovisión en torno al lago de Zirahuén. ENES, LANMO, Conacyt (2019); Granados, Berenice y Santiago Cortés (ed.). Perspectivas sobre Poéticas Orales. ENES, LANMO, Conacyt (2020); Santiago Cortés y Granados, Berenice (eds.). Ruta de Cortés: letras, voces, imágenes, ENES, LANMO, Conacyt (2021).